Ocho de cada 10 españoles no está dispuesto a pagar por agua filtrada en hostelería
- El agua filtrada es agua del grifo que se somete a un proceso de filtrado en el propio local y que se sirve habitualmente en una botella de vidrio con el logo del restaurante
- El 81% de los consumidores opina que esta práctica puede confundir al cliente, que en ocasiones cree que le han servido agua mineral; y nueve de cada 10 (90%) demandan que se les informe del tipo de agua que les van a servir y cuánto van a pagar
- El agua mineral es la más consumida en bares y restaurantes: la prefieren 7 de cada 10 consumidores, y el 75% señala que es la que más confianza le ofrece en cuanto a seguridad alimentaria
Ocho de cada 10 españoles no está dispuesto a pagar por agua filtrada en hostelería, es decir, por agua del grifo sometida a un proceso de filtrado en el propio restaurante. Este es uno de los datos que se desprende de la encuesta nacional, realizada por Metroscopia para el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), que analiza la percepción y las preferencias de los consumidores en diferentes aspectos -como la calidad, la seguridad alimentaria o la información que recibe-, sobre el agua que consume en hostelería.
“Muchas veces se genera confusión sobre qué tipo de agua se les está ofreciendo a los consumidores y lo que van a pagar por ella, por eso es necesario informarles y que conozcan y decidan lo que prefieren consumir”, señala el Dr. Luis Gutiérrez Serantes, Doctor en Medicina y Cirugía por la UCM y miembro del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS).
SABER LO QUE CONSUMES Y POR LO QUE PAGAS
Actualmente los restaurantes pueden ofrecer a sus clientes agua mineral natural, agua del grifo -servida en una jarra o en un vaso-, o agua del grifo filtrada en el propio establecimiento, que se suele servir en una botella de vidrio con el nombre del restaurante. En este último caso puede presentar la apariencia de agua mineral induciendo a la confusión del consumidor con respecto a su origen y también respecto a su coste. Así lo consideran ocho de cada diez (81%) consumidores.
De hecho, sólo uno de cada 6 consumidores es consciente de que le están sirviendo agua del grifo filtrada y se la están cobrando en los establecimientos de hostelería, y el 90% demanda que se les informe del tipo de agua que les van a servir y cuánto van a pagar.
El agua mineral es la más consumida en bares y restaurantes: la prefieren 7 de cada 10 consumidores (71%), y el 75% señala que es la que más confianza genera desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.
EN QUÉ SE DIFERENCIAN LOS DISTINTOS TIPOS DE AGUAS
“Las aguas minerales naturales cuentan con características únicas que las hacen absolutamente distintas de las aguas, tanto del grifo, como filtradas. Fundamentalmente que, al provenir de acuíferos subterráneos, son puras desde el origen, están protegidas de la contaminación y son bacteriológicamente sanas, por eso no requieren ningún tratamiento químico para su consumo, a diferencia del agua que proviene del grifo, ya sea filtrada o no”, señala el Dr. Gutiérrez Serantes.
Las aguas minerales se envasan a pie de manantial con todas las garantías, de forma que su composición en minerales y sus propiedades saludables permanecen constantes en el tiempo y el consumidor puede consultarlas en su etiquetado. La industria realiza más de 300 análisis diarios para que las aguas minerales lleguen al consumidor tal y como se extraen a pie de manantial, y se presentan al consumidor en envases herméticamente cerrados para proteger su pureza y garantizar su seguridad alimentaria.
“En el caso del agua del grifo, proviene de aguas superficiales y de orígenes diversos: embalses, ríos, desalinizadoras…, y, por lo tanto, necesita ser tratada químicamente, como, por ejemplo, con la adición de cloro, para desinfectarla, protegerla de potenciales contaminaciones, y que pueda ser apta para consumo humano. Además, hace un largo recorrido a través de los sistemas de conducción y tuberías de la red pública hasta llegar al consumidor y su composición es cambiante”, explica el Dr. Gutiérrez Serantes.
Por último, el agua filtrada es agua del grifo que se somete a un proceso de filtrado en el propio restaurante. “Por tanto, al ser del grifo su origen también puede ser variable y su composición inestable. El proceso de filtrado altera su composición inicial y elimina el cloro, por lo que el agua queda desprotegida, además de que no disponen de cierre hermético y tampoco se someten a los estrictos y exigentes requisitos de seguridad alimentaria que se aplican a las aguas minerales”, concluye este especialista.
Estudio sobre percepciones y preferencias del consumidor sobre el agua en hostelería realizado por Metroscopia para el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS)
El estudio Percepciones y preferencias del consumidor sobre el agua en hostelería ha sido realizado a una muestra nacional por Metroscopia para el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS).
Sobre el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS)
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17 septiembre , 2024