Un verano prometedor que no ha cumplido las expectativas

Tras un sondeo de los primeros datos de cierre de ventas de junio, julio y agosto, junto con las primeras cifras recogidas por FEDIS HORECA, hemos podido obtener una perspectiva de las ventas en este verano 2024 a nivel nacional. Podemos concluir que ha sido un verano que no ha cumplido las expectativas en ventas esperadas de consumo. Los incrementos de turistas prometían buenos crecimientos para las marcas y para el sector de la distribución. Aunque las cifras son bastante distintas según las comunidades, en cada una de las categorías analizadas y dependiendo del perfil de cada distribución:

• Junio y la climatología trajeron caídas superiores al 5% en las ventas globales.
• Julio con dos días más hábiles maquilló algo los resultados, pero quedaron planos o con crecimientos muy suaves.
• Agosto ha marcado la diferencia, ya que en el mejor de los casos las cifras se mueven entre 0%y +2%, pero hay comunidades y zonas interiores, sobre todo en la periferia de los grandes núcleos urbanos, que acumulan caídas cercanas al 10%.

Son refrescos y licores quiénes en general han tenido un consumo bajo, y cerveza, zumos, lácteos están planos o con caídas. Algo mejor se comporta la alimentación, pero no más de 3-4 puntos por encima de bebidas. Cabe desatacar que la presión del fabricante por saturar el punto de venta, con promociones, módulos, incentivos, sigue colapsando la labor del comercial y confundiendo al cliente.

Licores, Refrescos y se suma en verano la Cerveza, han estado más activos que nunca en todo tipo de módulos de sell-in con todas sus categorías. Y todo ello inflando los precios de salida, que allí donde no se ven repercutidos disparan el precio frente al consumidor. Un consumidor que cada vez racionaliza más cuando acudir a la hostelería y cuanto gastar, eligiendo menos categorías que consumir y compartiendo más. En resumidas cuentas, bajando de forma notable el ticket medio por comensal.

Si nos fijamos en comunidades, las costas se han defendido mejor, pero muy concentrado en 2da semana de Julio y en la 1era de Agosto. El interior ha seguido con una tendencia anual negativa. Los precios mucho más altos en las zonas más turísticas han frenado la forma de consumir. Son comidas y cenas los momentos elegidos y parece que en ellas el ticket también se reduce. Las acciones entre horas se racionalizan en gasto y se reducen también en frecuencia.

Concluyendo, y a la espera de datos cerrados del sector de distribución, podríamos entrar en un acumulado anual negativo, debido a que el verano ha estado muy por debajo de las expectativas iniciales, y además, compitiendo contra un 2023 bastante más alegre en el comportamiento del turista nacional e internacional.