FEDIS HORECA expresa su preocupación ante la reciente normativa de reparto impuesta por el Ayuntamiento de Santiago, que limita el horario de descarga en la zona vieja. Las distribuidoras locales, especialmente las empresas familiares, señalan que las nuevas restricciones, que solo permiten repartir entre las 7 y las 10 de la mañana, están poniendo en riesgo la capacidad de abastecer a los bares y restaurantes del área histórica, especialmente durante la temporada alta.

María Gómez, portavoz de la Asociación de Distribuidores de Bebidas de Galicia (ADISGAL), subraya que las condiciones actuales son insostenibles. “Es materialmente imposible seguir operando bajo estos límites. A partir de Semana Santa, algunos bares simplemente no podrán recibir sus suministros”, explica. Los distribuidores, que ya enfrentan dificultades por la falta de espacio de almacenamiento en una zona con alto coste histórico, deben lidiar con un proceso logístico agotador que afecta tanto a la eficiencia como a las condiciones laborales. Muchos empleados deben trabajar horas extras y enfrentarse a recorridos complicados para entregar productos, lo que incrementa la presión sobre un sector ya al límite.

Uno de los proyectos que el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa para resolver el problema del reparto es la implementación de un sistema de «serenos», un modelo de vigilancia nocturna que ya se había barajado en el pasado. Los serenos, que en esta propuesta serían responsables de controlar el acceso de vehículos a la zona, realizar la recogida de residuos y gestionar la carga y descarga, se encargarían de supervisar las entregas y asegurar que se cumplan las normativas de movilidad. Sin embargo, este proyecto ha generado escepticismo tanto entre los distribuidores como entre los hosteleros. Los representantes del sector consideran que la propuesta no es viable, ya que la falta de personal capacitado y de financiación impide su correcta implementación. Además, el sueldo ofrecido para los serenos no parece suficiente para cubrir el perfil especializado que se requiere.

Por otro lado, la creación de un centro logístico externo, que permitiría descargar la mercancía fuera del casco histórico y trasladarla al centro mediante patinetes o bicicletas, también está generando dudas. Tanto distribuidores como hosteleros consideran que este sistema no es práctico ni viable a corto plazo, ya que aún no se han definido plazos ni se cuenta con la financiación necesaria. La situación es crítica, y la Federación de Empresarios de Hostelería de Galicia ha solicitado al Ayuntamiento una solución urgente para evitar el colapso del reparto en el casco histórico. FEDIS HORECA insiste en que, de no ajustarse los horarios y mejorar los sistemas logísticos, muchos negocios de la zona podrían verse obligados a cesar su actividad.